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"La gente que dice que no se puede hacer, no debería interrumpir a quienes lo están haciendo" antonioriquelmeasemuchtemuco@gmail.com

viernes, 11 de marzo de 2011

11) Marketing Político




Una de las cosas que más he leído, la hermosa política. Pero lamentablemente pasa por momentos difíciles, hoy sus militantes han perdido sus ideales y valores, pero lo grave es perder los objetivos de quienes representan. Solo existe hoy un grupo de personas que protegen a un líder a toda costa y sin principios, ayudan al líder para conseguir poder y se benefician todos de esta forma con empleos y autoestima.  Lamentablemente son poco profesionales (no hablo de títulos). Parece ser una nueva profesión. Tengo fe que las nuevas generaciones y las redes sociales cambiaran este enredo existente hoy en día.
Pero veamos:
Un partido es la representación formal de los intereses y necesidades de un grupo de personas, y representa la promesa de satisfacer dichos interese haciéndolos realidad trabajando de manera conjunta con ese grupo de personas al que representa.

Si un Partido representa intereses, por ende asume el compromiso de trabajar en pro de dichos intereses. Esta dualidad le confiere irrevocablemente una responsabilidad, tanto de discurso como de acciones, que lo somete a la eterna evaluación y juicio de aquellos que le otorgaron la facultad de la representación.

Un partido político es, por derivación del mismo concepto, una entidad que representa un ideal o un proyecto social. Un partido político es entonces un organismo de servicio público y los militantes del mismo son por ende servidores públicos.

En la actualidad, en las sociedades, se les paga a diversos agentes por productos o servicios los cuales no pueden ser generados por cuenta propia. En el caso de los productos y servicios que el Estado brinda a la sociedad, el pago se hace a través de los impuestos.
Cuando se paga por un producto o servicio, se esperan resultados y se generan expectativas.

A la hora de consumar la transacción y evaluar los resultados, se genera un concepto o imagen de aquellos que nos proveyeron del servicio. Se genera un juicio de valor que servirá para considerar si volvemos a confiar en dicho proveedor en una futura ocasión. Se construye una imagen, o dicho de mejor forma, se reinventa una imagen.

La imagen es un intangible que, al hablar de entidades (en este caso los partidos políticos) cuya naturaleza es la permanencia en cierto estrato de la esfera del poder, se hereda y se convierte en un factor diferencial que agrega o resta valor a la propuesta actual.

Sin embargo un partido realiza sus actividades y las comunica siempre a través de interlocutores que son personas. Y estos interlocutores tienen todos ciertas características: son humanos, son impredecibles. Muchas veces puede ser mas sugestiva la sola presencia de un personaje clave y la imagen que proyecta o personifica que el mismo discurso político (entendiendo por Discurso Político como la serie de preceptos ideológicos y los fundamentos históricos del partido como tal) del partido al que pertenece; inclusive puede ser más representativa que toda una campaña que se le haya hecho al partido como ente plural.

Este hecho representa una amenaza para cualquier partido político: el no estar al tanto de la imagen que proyecta ante su mercado votante, no conocer cuales son los detonadores (negativos o positivos) de dichas variaciones en la percepción y no estar concientes de las repercusiones que las acciones de sus militantes (independientemente si se trate de su vida personal o laboral, finalmente ambas se hacen públicas) tienen en la imagen del partido al que pertenecen.

En el libro Integrated Communication Model, Shultz, Tannenbaum y Lanterborn plantean una reconsideración de las 4 P’s convirtiéndolas en 4 C’s. estas cuatro C’s se traducen en Consumidor en lugar de Producto, Costo en lugar de Precio, Comunicación en lugar de Promoción y Conveniencia en lugar de Plaza. A pesar de que en el libro anteriormente mencionado estas nuevas variables no están diseñadas para aplicarse específicamente al marketing político, creemos que encajan muy bien con las características distintivas de la mercadotecnia política por estar más enfocados en sí al “consumidor” que al “producto” que se ofrece.



TERMINOLOGÍA


Escribir sobre esto es muy extenso, por lo que solo terminaré mencionando la clasificación de los votantes y saltándome conceptos como lo de segmentación y varios temas más, pero si esta clasificación es vital en la segmentación.
No puedo evitar pensar en la estrategia poco inteligente al abordar la problemática del comercio ambulante sin el análisis para actuar, no hablo de no erradicarlos sino la forma y evaluando la percepción de cada uno aquí clasificados.
Clasificación:

􀁻 Los indecisos.
Al no tener una preferencia, y mucho menos una decisión tomada, constituyen un grupo sensible a las ofertas públicas y sociales. En cualquier contendio electoral, en algún referendo, será sobre quienes se deba invertir el mayor esfuerzo, pues representan una importante área de oportunidad.

􀁻 Los indiferentes.
Éstos se mantienen al margen de las decisiones y constituyen el segmento más numeroso pues engrosan las filas del abstencionismo. Los indiferentes difícilmente son sacados de su apatía en inducidos a participar a corto plazo, puesto que su primera reacción siempre será de rechazo a cualquier oferta política o social, ya que se alienan y auto descalifican de cualquier intento de persuasión.

􀁻 Los conformistas.
Este segmento siempre será la reserva política de quienes estén en el poder, o en control de la situación. Todo les parece correcto, pues son crédulos frente a la retórica. Representan una gran oportunidad para quienes forman el status quo, pero tiempo perdido cuando la oposición el a contienda electoral no tiene la ventaja.

􀁻 Los inconformes.
Los hay de dos tipos: ocasionales y crónicos. Cada uno de ellos debe tener una estrategia adecuada a sus características: los ocasionales son susceptibles de ser influidos, y la estrategia dependerá de la posición de quien pretende influir en ellos.

􀁻 Los resentidos.
Segmento del electorado totalmente reactivo y de decisiones emocionales. Grupo destructivo y con poco propósito, muy dado a ejercer el voto de castigo en contra del status quo. Representa un área de oposición de alto potencial para quienes le ofrezca la mejor alternativa de venganza. Sin embargo, su apoyo siempre es ocasional y coyuntural.

􀁻 Los integrados.
Conforman el grupo de lealtad absoluta para su candidato. Totalmente comprometidos emocionalmente. Forma la plataforma de apoyo incondicional que generará resonancia favorable para su candidato. (Homs, 2000)

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